Adentrarme en escalada,
fue para mi una huida, un acto de rebeldía
hacia un sistema lleno de reglas, normas y prohibiciones.
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El reducido número de
locos que andábamos subiéndonos por las paredes, durmiendo al aire libre en
cualquier recodo recogido del viento, no hacia mas que reafirmarnos en nuestro
camino, en nuestras ansias de libertad.
Mucho ha cambiado la
escalada desde entonces, esa comunión entre el hombre y el medio natural, el
respeto entre iguales, el respeto al entorno, todo se ha visto deteriorado, en
parte porque el ser humano cuando se vuelve masa, lo arrasa todo.
Ya hace tiempo que he
sido engullido por ese sistema del que venia huyendo.
La evolución natural en
una comunidad cada vez mas grande ha hecho que de nuevo aparezcan las reglas, las
normas, las prohibiciones, y en contrapartida los colectivos en defensa de
nuestros derechos, que en nombre de nuestros intereses y en su afán por defenderlos olvidan
quienes somos y como hemos llegado hasta aquí, no pretendamos que nada escape a
nuestro control, seamos capaces de dejar
una puerta abierta a la libertad, a la imaginación, un campo de juego para las nuevas generaciones, y porque no una parcela para el azar, para
que todo no sea tan aburrido y tan previsible…
Supongo que todavía
habita dentro de mí ese punto rebelde
que me lanzó a este mundo salvaje y que hoy se torna cada vez mas domesticado...
Goin Rodríguez.